El pasado
3 de abril falleció en Concón René Lajehanniere Wolleter, quien fuera compañero
de curso de alguno de nosotros, producto de una larga enfermedad.
Los funerales
se realzaron el sábado 4 de abril en el Cementerio Parque del Mar (Concón).
La misa
fue muy emotiva y las palabras del sacerdote Marcelo Catril asertivas y
precisas para referenciar a los presentes cómo era la personalidad y forma de
ser de René.
En
representación de nuestro curso asistieron William Avila, Guillermo Bañados,
Hernán Fuentes, Rodrigo García, Michael Manley, Renato Mellado, Sergio
Pizzagalli, Percy O'Reilly y Fernando Tapia, quien pese a no haber coincidido
con René en la EN quiso estar presente.
Desde el
fondeadero de Talcahuano envío sus saludos Alejandro Konig, en representación
de todos los carretas de esa zona, lo que retransmitimos a la viuda Marisol
Aravena.
En la
ocasión pronunció un discurso de despedida, representándonos a todos, nuestro
carreta William Avila, cuyos principales párrafos son los siguientes:
DISCURSO
"René, queremos despedirte desde nuestra alma de marinos; es por eso que
al izarte hoy la señal de despedida de este puerto terrenal el clarín con su
toque de aclara nos indica inexorablemente que todo comienza.
LARGA 2,
3, 4, 5 PABELLON A TOPE:
René, tus
amigos estamos muy acongojados ya que tu zarpe nos deja una profunda tristeza,
pero las cartas de la vida están echadas y ésta se nos pasó como un suspiro y
ya no hay retorno. La eternidad te espera, muchos te lloran y otros agradecemos
el haberte conocido, así se escribió la historia de tu vida y hemos formado
parte de ella.
IZAR EL PORTALÓN:
Con qué
facilidad afloran en este momento los recuerdos, las anécdotas, las vivencias,
nuestros dolores y nuestras alegrías, pero, al volver la vista atrás, vemos las
imágenes de esos niños cruzando el portalón de nuestra alma mater, formadora de
los oficiales de la Armada de Chile en busca de su destino bajo las dos anclas
bajo la estrella.
LARGA LA
UNO:
Y así, con
el devenir del tiempo, seguimos nuestros destinos como también, poco a poco,
fuimos pintando canas y algunos ya han hecho su zarpe definitivo hacia la eternidad, donde
seguramente estarán esperando tu recalada el mula reyes, el chino Amaro, el
flaco Campano, el cuico Jeria, Gonzalo Soto, Carlos Valk y así, inexorablemente, cumpliendo con la ley de la vida y el ciclo
de la misma, iremos zarpando paulatinamente, uno tras otro. Sé que atí te
hubiese gustado que no estemos tristes en estos momentos; ahora la proa está a
45 grados del muelle terrenal y sólo nos une a tierra un trozo de cuerda.
LARGA LA
SEIS. AVANTE A TODA MÁQUINA TRINCA PARA LA MAR:
Mi
estimado René, la tierra para tí ya es un recuerdo y esta navegación es la más
gloriosa de todas; es el zarpe a la eternidad. Viento a un largo mi estimado
amigo:
RENÉ
LAJEHANNIERE WOLLETER (Q.E.P.D.)
Que la mar
te sea propicia y recuerda y a recibir las espías junto a los carretas que nos
antecedieron cuando sea nuestro turno de llegar a nuestro último puerto de
recalada.
Sin
embargo, estoy seguro que al navegar tu postrera singladura llo harás con
viento a un largo, siempre a rumbo y con la mirada serena, porque así se recala
a la eternidad.
Querido
amigo René, al estar junto a tus restos mortales tu espíritu sigue vivo porque
lo mejor de tí se quedará entre nosotros, abrazados a una profunda hermandad a
la mística de la recia convivencia que une siempre a los hombres que forjaron
su alma en nuestra Escuela naval, mirando el mar.
Por ello
René, hoy, junto con izarte la señal de despedida y la pena que nos causa tu
partida, me permito expresarle en nombre de todos quienes somos tus amigos, a
Marisol, fiel compañera, a tus hijos y a todos tus familiares y reciban la
expresión de nuestra viva simpatía por esta irreparable pérdida de uno de los suyos, tus amigos le ruegan emocionados al Todopoderoso que
les dé conformidad y tranquilidad a ellos y también a nosotros tus amigos y a
ti querido amigo que te dé la paz en tu descanso eterno. René
Lajehanniere Wolleter, descansa en paz".
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