Transcurridos ya dos Fogones ZOOM nos reunimos en la tercera versión el Viernes 17 de Julio, esta vez con una muy interesante conferencia de Alejandro König, quien desde hace varios años es el Gerente de Construcción Naval del Astillero ASMAR (T).
Alejandro nos ilustró acerca de la Construcción del Rompehielos para la Armada de Chile en el mencionado Astillero. Dicha construcción, será el primer buque de su tipo construido en el Hemisferio Sur y en cuanto a la tecnología e innovación que involucra, constituye un hito de una enorme trascendencia en la industria pesada nacional
Los participantes fuimos:
Bañados Guillermo; Barceló Luis; Borquez Christian; Brito Juan Pablo; Buzeta Eduardo; Camacho Cristián; Canessa Angel; Carreño Jorge; Claro Andrés; Concha Manuel; De la Cerda Juan Eduardo; Eluchans Ramón; Faúndez Orlando; Gonzalez Eduardo; Henríquez Oscar; Hevia Ernesto; Jahn Alejandro; Kohls Luis; König Alejandro; Le-Bert Patricio; Léniz Roberto; Mandiola Rómulo; Manley Michael; Millar Cristián; Monge José Manuel; Montt José; Ossa José Luis; Parodi Alfonso; Pearce Heinz; Pizzagalli Sergio; Salas Juan Carlos; Salazar Jorge; Santelices Leonardo; Schaeffer Max; Silva Miguel; Spencer Richard Warren; Vizcarra Jaime
Rompehielos construido en Chile se arma como un lego gigante
Es el primer buque polar que se fabrica en el hemisferio sur y la titánica tarea de Asmar debe estar completa en el 2023. Permitirá desplegar todo el año desde labores de búsqueda hasta misiones científicas en la Antártica. Redacción como un lego gigante comenzó el ensamble de loques del buque polar del Proyecto Antártica 1. La grada de construcción del barco más grande que ha fabricado Asmar en su historia se encuentra en Talcahuano y será entregado a la Armada de Chile para ser lanzado al mar en el año 2023.
El rompehielos aún no tiene nombre, será un par de metros más corto que el buque escuela Esmeralda, en la actualidad presenta 20% de progreso y permitirá operar en aguas antárticas la mayor parte del año, algo que pocos países pueden lograr. Tendrá un desplazamiento de 10.400 toneladas, una eslora (largo) de 111 metros y una manga (ancho) de 21 metros.
El buque de diseño canadiense “le va a permitir a Chile, como nación, poder cumplir con una serie de necesidades para satisfacer los requerimientos logísticos y de permanencia en la Antártica, apoyando a las dotaciones que se desempeñan, brindando apoyo a todo a la investigación oceanográfica en esa área, y también de rescate y salvataje”, dice Luis Kohler Gary, director de Asmar.
Su construcción se realiza por bloques y la diferencia que tiene con el armado de un lego es que acá sigue una secuencia predeterminada: se inicia con el corte de planchas, luego se le da forma a cada una y se conforman paneles. Esos llevan un taller, se unen y conforman un bloque. Ese bloque llega ala grada de construcción, donde se va uniendo con otros. Este buque polar contará con equipos y sistemas amigables con el medio ambiente en todas sus áreas de operación. Para controlar la contaminación del mar por eventuales accidentes de otros buques, contará con capacidad de controlar derrames de combustible, aguas de lastre y aguas servidas.
Junto con la operación logística y el apoyo a las misiones científicas, agrega Kohler, “la construcción naval del buque antártico es estratégica para Asmar, es una de las más grandes innovaciones tecnológicas en Chile y nos coloca al nivel de grandes países en cuanto a la construcción de buques con este nivel de tecnología”. La inversión total alcanzará los 216 millones de dólares y en recurso humano se asignará a unas 480 personas. HIELO Y GEOFÍSICA El nuevo buque antártico chileno reemplazará al rompehielos Almirante Óscar Viel, que fue dado de baja el 2018.
Podrá transportar a 120 personas, 86 tripulantes y 34 científicos, navegar a una velocidad máxima de 15 nudos en superficie normal y de tres nudos en aguas cubiertas de hielo, y tendrá una autonomía de 60 días y 14.000 millas náuticas. Podrá romper hielos de hasta un metro de espesor, a diferencia delos 40 centímetros que atravesaba el Almirante Viel. Esto, junto con su capacidad de desplazamiento, la convierten en una nave capaz de remolcar incluso buques más grandes.
La ventaja de este buque respecto a otros más antiguos es que tiene la capacidad de operar por un periodo de tiempo más prolongado en estos sectores (se espera que ocho meses al año), algo que pocos países pueden conseguir; los rompehielos anteriores solo navegaban en época de verano y eventualmente en invierno y con restricciones.
La unidad tendrá equipos hidroacústicos, como ecosondas, sonares, perfilador de fondo y de corrientes, posicionador acústico de alta precisión, laboratorios biológicos y químicos, así como medios para la recolección, almacenamiento y conservación de muestras del mar y del fondo marino, que servirán para realizar estudios de oceanografía geológica, de movimiento de placas y evaluación hidroacústica para determinación de biomasas, entre otros. HOSPITAL A BORDO Este buque también brindará apoyo logístico a los operadores antárticos en transporte de personas y materiales, retiro de basura y abastecimiento de alimentos y combustible.
Tendrá una cubierta de vuelo y hangar para dos helicópteros medianos, contará con dos grúas para levantar 20 toneladas a 20 metros de alcance y una barca autopropulsada para descarga de contenedores a tierra y transporte de personal y equipos.
Podrá movilizar 15 contenedores de 20 pies en la proa y cuatro en la cubierta de popa, contará con una capacidad de carga de 400 m3 de transporte de combustible y otros 400 m3 de carga de pallets, podrá llevar 300 tambores de combustible de aviación y en ella se podrá almacenar 135 mil litros de agua. Para salvataje, aparte de los dos helicópteros, tendrá dos botes de rescate y espacio para transportar personas rescatadas, además de un hospital para consultas médicas y dentales.
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