26 abril 2014

Fogón Viñamarino

El Fogón Viñamarino del mes de abril, lo hicimos en el Restaurant Delirio en Reñaca con la asistencia de un numero importante de cadetes ingresados el año 1969, compañeros del Mula Reyes.

Fuimos 21 compañeros de curso que asistimos: Promoción 74, G. Bañados, J. Carreño, J.P. Brito, C. Warnken, M. Manley, E. Buzeta, J. Salazar, R. Léniz, A. Jahn, S. Pizzagalli, A. Fuenzalida, M. Concha, H. Joui, M Schaeffer, H. Ruiz, G. Boré. Promoción 75, I. Vergara,  A. Johannesen, Spencer, Ex Cadetes: Ossa,  J.C. Salas.


Parte I
El evento se inicio en la Playa a las 21:10 con un recuerdo de todos los aquellos fallecidos de la promoción y de aquellos que pertenecieron en algún momento al curso desde el año 1969. Se recordó a Mario Aravena, Héctor Abarzua, Manuel Díaz, Roberto Jara, Arturo Amaro, José Molina, Mula Reyes, Soto, Osuna.
Juan Pablo Brito pronunció unas palabras del recuerdo y Eduardo Buzeta en particular del Mula y de Abarzua. Se adjunta el texto que fue leído.
Luego se rezó un Padre nuestro por los caídos y se elevo un globo al cielo en recuerdo de todos ellos.
Fue un momento de gran emotividad y de recuerdos.

Parte II
Cena en el Restaurant Delirio, nos recordamos de los camaradas que partieron, cantamos el Himno del Curso, se contaron anégdotas y chascarros marineros, nos pusimos al día de la vida de los otros, en fin, todo fue bueno, grato y alegre.

Parte III
En la terraza del departamento de Juan Pablo Brito.

Palabras de Eduardo Buzeta, en la playa

Querido Compadre Mulita:

Estamos reunidos hoy, en nuestro tradicional fogón de Viña del Mar, con una presencia admirable de carretas concurrentes, que han venido especialmente a este fogón del cual tu también participaste, y por tu intermedio, queremos recordar y homenajear a todos nuestros carretas, compañeros de curso, que ya han  partido:

-  Mario Aravena Botetano - año 1980
- Héctor Abarzua fuentes - 11 ene 1981
- Manuel Díaz Verdejo - 26 Jul. 1987
- Roberto Jara Cuadra - 28 ene. 1992
- Arturo Amaro Cavieres - 30 sep. 2012
- Juan José Molina Alvarez - 14 Jul. 2013

Si he omitido a alguien, ruego a Uds. Me disculpen, porque ha sido absolutamente involuntario.

Carretas en el cielo, no cabe dudas que la partida del mula, ha golpeado nuestras conciencias y corazones, obligándonos a rememorarlos de manera más explicitas, a medida que se nos acerca la hora de nuestro reencuentro, por tal motivo, es que nos hemos juntado para vuestro homenaje, próximos a la línea de la mugre y la inmensidad de nuestro mar, que tranquilo nos baña, que en gloria y victoria la marina de Chile escribió su historia.

Seguro que en el fogón celestial, la asistencia ha sido espectacular, algún día tendremos la oportunidad de reencontrarnos nuevamente, Junto a Dios nuestro señor y todos nuestros seres queridos que ya nos han precedido.

Carretas, ayúdennos a mantenernos unidos como generación, bajo los principios que recibiéramos en nuestra querida Escuela Naval, que llevamos orgullosamente en nuestros corazones, respetando nuestras diferencias, aceptando nuestros defectos y compartiendo nuestras virtudes.

Compadre y gran amigo mulita, tú fuiste el típico carreta naval, que si bien es cierto nos abandonaste en 4º año, nunca te alejaste de nuestras raíces y amigos. Quien habría pensado que pasado los años, por tu persistencia y calentura naval, lograras el aprecio y reconocimiento del propio CJA Almte. Jorge Martínez Busch y temido Jefe del Depto. Ejecutivo de nuestra época, para patrocinarte e incorporarte como socio contribuyente del CNCS.

No puedo dejar de recordar a mi carreta el monito Abarzua, porque tuve el privilegio que me honrara con su amistad, en su breve paso por este mundo, reconociendo en el, una persona extraordinaria, excelente amigo y deportista, inteligente en clases y en el recreo. A excepción del Jarula y Cristian
Warnken, no sé si alguien recordará, en ese verano de 1981, teníamos un grupo, que en nuestras horas de descanso del guerrero, navegábamos con los espineles en acción, a bordo de mi volvo 244 por Viña del Mar y alrededores, sin embargo, ese maldito fin de semana, debí concurrir a Santiago a un llamado de compañía, abandonando a mis carretas, que a falta del volvo, optaron por la moto, único medio de transporte disponible, que los llevaría a la noche fatal.

Lamento no tener en mi memoria, anécdotas y experiencias, que haya compartido con los otros que hemos recordado, pero hago extensivo estos recuerdos a todos ellos, que seguro han pasado momentos y recuerdos similares, con carretas más cercanos.

Carretas, créanme que no los hemos olvidado, y que cada vez que nos juntemos, la primera copa será en honor a Uds. que se nos han adelantado.

“Carretas, descansen en paz"














25 abril 2014

¿Cómo sobrevivimos en nuestra infancia?

Si viviste de niño en los '60,  
los '70 o fines de los '80 principiode los 90'...  
¿Cómo hiciste para sobrevivir?  
1.- De niños andábamos en autos que no tenían cinturones de seguridad, ni bolsas de aire...  
2.- Ir en la parte de atrás de una camioneta era un paseo especial y todavía lo recordamos.  
3.- Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de pintura a base de plomo.
4.- No teníamos tapas con seguro contra niños en las botellas de remedios, muebles o puertas.  
5.- Cuando andábamos en bicicleta no usábamos casco.  
6.- Tomábamos agua de la manguera y no de una botella de agua mineral...
7.- Gastábamos horas y horas construyendo unos carritos de chatarra y los que tenían la suerte de tener calles inclinadas los largaban ladera abajo y en la mitad se acordaban que no tenían frenos .  
Después de varias saca´s de chucha!! contra los árboles o cordones aprendimos a resolver el problema.  
8.- Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes de que oscureciera.  
9.- El colegio duraba hasta el mediodía , nada de jornada completa,  llegábamos a la casa a almorzar . No teníamos celular...  Así que nadie podía ubicarnos.  
Impensable .
10.- Nos cortábamos , nos rompíamos un hueso , perdíamos un diente , nos pelábamos las rodillas, pero nunca hubo una demanda por estos accidentes. Nadie tenía la culpa sino nosotros mismos.  
11.- Comíamos jugo en polvo , pan con manteca , tomábamos bebidas con azúcar y nunca teníamos exceso de peso porque siempre estábamos afuera jugando...
12.- Compartíamos una bebida entre cuatro.... tomando en la misma botella y nadie se moría por eso.  
13.- No teníamos Playstations, Nintendo 64, X boxes, Juegos de vídeo , 99 canales de televisión en cable , videograbadoras , sonido surround, celulares personales, computadoras , chatrooms en Internet ... Sino que...  
TENÍAMOS AMIGOS.

14.- Salíamos , nos subíamos en la bicicleta o caminábamos hasta la casa de un amigo , tocábamos el timbre o sencillamente entrábamos sin tocar y allí estaba y salíamos a jugar. 
15.- ¡Ahí, afuera!, ¡En el mundo cruel ¡Sin un guardián! ¿Cómo hacíamos?. Hacíamos juegos con la hueá que encontrábamos; piedras, palitos o pelotas de tenis , de repente algún equipo se formaba para jugar un partido; no todos llegaban a ser elegidos y nadie terminaba en el psicólogo con trauma.
16.- Algunos no eran tan brillantes en el colegio como otros y cuando perdían un año lo repetían. Nadie iba al psicólogo, al psicopedagogo, nadie tenía dislexia ni problemas de atención ni hiperactividad, nadie tomaba ritalin !! simplemente repetía y tenía una segunda oportunidad.
17.- Teníamos libertad , fracasos , éxitos , responsabilidades...y aprendimos a manejarlos.
18.- Cuando nos portábamos mal , nuestros padres nos castigaban , nos retaban bien retados y si contestábamos de mala manera nos llegaba una cachetada y nadie llamaba al 183 para demandar los por maltrato .
19.-Comíamos carbonada, papas con chuchoca , cazuela , papas con mote, porotos, cochayuyo, ajiaco,etc,etc y pobre el que dijera ¡ no me gusta ! Todavía estaría sentado frente al plato !!
20.- andábamos a pata pela, no teníamos polar sino unos chalecos con gorro ( que picaban ) tejidos por nuestras madres o abuelas , que cuando nos subían el cierre siempre nos tiraban el pelo.
21.-los domingos era sagrado ir a misa,a la salida comprar barquillos y después ir almorzar todos a la casa de los abuelos , nadie podía faltar porque estaba estudiando o se había acostado tarde , ahí se mantenía unida toda la familia !!

 La gran pregunta es: 
¿como hicimos para sobrevivir?   
y sobre todo para ser las grandes personas que somos ahora.
¿Eres uno de esa generación?
Si lo eres, entonces envía este mensaje a tus conocidos de tu misma generación o a gente más joven para que sepa cómo éramos antes de que la 'seguridad' fuera el valor más importante  

Seguro dirán que éramos unos 'Hueones lateros' o unos 'Nerds' pero.....

¡¡ PUCHA, QUE ÉRAMOS FELICES!!

21 abril 2014

40 años de socios CNCS

El pasado martes 15 de abril, se realizó la reunión anual de los socios del CNCS. Durante la reunión se hizo un reconocimiento a todos aquellos que cumplieron 40 años como socios, en que una parte importante eran de la promoción 74. Asisteron E. Buzeta, J.P. Brito, C. Camacho, Camacho, Fuentes, O. Henriquez, S. Gómez, Arrieta, G. Boré, S. Pizzagalli, P. Labatut, Ruiz, M. Manley, R. Carvajal

07 abril 2014

Para Francisco Reyes Piani (el Mula) Q.E.P.D.

Francisco Hernán Reyes Piani, hijos, familiares y amigos presentes:
Hoy nos has convocado al zarpe a todos quienes compartiste tu vida, a tu última singladura rumbo a la felicidad eterna.
Nuestra fraterna amistad, junto a Armandeque, nació hace 46 años, en 1968, cuando éramos unos adolescentes y cursábamos primer año de Enseñanza Media en el colegio Seminario San Rafael, de Valparaíso, tú internado y nosotros medios pupilos.
Al año siguiente ingresamos 5 seudos seminaristas del mismo curso a la Escuela Naval. En ese entonces nadie podía prever nuestro futuro, pero por las circunstancias políticas de entonces había mucha presencia de medios aeronavales que se posaban en el Patio del Buque de nuestra alma mater, y nosotros, entre sueños y bromas, nos veíamos reflejados en aquellos pilotos que usaban sendas mostachadas y los clásicos lentes RayBan. Sin embargo, tu destino estaba trazado para acompañarnos sólo hasta cuarto año en la Escuela Naval e ingresar a cursar ingeniería civil industrial a la Universidad Católica de Santiago.
No recuerdo la razón por la cual te bautizaron como “el mula”, pero en una ocasión afloró la más característica de ella. En ese entonces, yo un joven subteniente y mi único medio de transporte, la moto, la que atraía mucho tu atención. En circunstancias que conversaba en las afueras de tu edificio de departamentos de Viña del Mar, con unos amigos de mis padres, de reojo observé que ya te habías instalado arriba de la moto, ante lo cual te contaminé a bajarte porque no sabías conducirla, pero “la mula apareció en gloria y majestad porque, en un abrir y cerrar de ojos, la echaste a andar y terminaste incrustado en un vehículo estacionado en el lugar, gracias a Dios con heridas menores.

Queridas Ximenita y María Ignacia, delante de tu padre debo confesarles hoy que yo fui el responsable de que sus padres se conocieran y que fruto del amor de entonces nacieron Uds., de quienes se sentía muy orgulloso y que a pesar de su lejanía las tenía en su corazón.
Queridos Sebastián y Agustín, ustedes eran sus ojos, a quienes les dio todo lo que tenía, y a veces incluso lo que no tenía, para que tuvieran la mejor formación y educación para que llegaran a ser destacados profesionales, que era su sueño. Por favor traten de cumplir con su deseo.
Francisco y Vero, quiero agradecerles hoy, una vez más, cuando me cobijaron en su hogar, en momentos de mucho dolor personal, y que gracias al apoyo de ustedes, entre otros, pude recuperar la felicidad y formar una nueva familia.
Tus logros profesionales fueron de excelencia: Desde muy joven a Embotelladora Andina, en Santiago, que gracias a tus méritos te valió tu traslado a Coca-Cola Export en Río de Janeiro. Posteriormente, una larga estada en Coca-Cola USA, en Atlanta, para regresar a Chile ingresando al holding de Compañía de Fósforos y Viña Tarapacá ex Zavala, donde ocupaste diversos cargos de alta responsabilidad y desarrollo.
Pero, sin duda, el mar fue el que te trajo de vuelta a Viña del Mar, a trabajar junto a nuestro gran amigo de toda la vida, Armando Johanessen, con quien formábamos un grupo de inquebrantable amistad que nos permitía, en nuestras tertulias, volver a ser niños en cuerpo y alma, rememorando permanentemente nuestras vivencias desde el colegio y la Escuela Naval hasta nuestros días.

Francisco, en una de nuestras tertulias en la Roca Oceánica, como le llamabas a tu departamento de Higuerillas, hicimos un compromiso para con quien nos dejara primero. Nunca pensé que serías tú, el sub-sesenta del grupo, el elegido, pero debido a este injusto calvario de dolor y prolongado sufrimiento con esta desgraciada enfermedad, no te aseguro que pueda cumplir dicho compromiso, pero me comprometo, para cuando retomemos las tertulias junto a un buen mosto, del cual eras un gran conocedor, alzaremos las copas para que te incorpores a los inolvidables recuerdos, que continuaremos hasta cuando nos encontremos y recibas en el Reino de Dios.
Quisiera, como último reconocimiento a tu vida terrenal, que junto con ser un gran ingeniero, en la soledad de tu vida te encontraste con tus capacidades ocultas, la pintura y la escritura. Una de tus pinturas la guardo como tesoro, que heredará tu ahijado Cristóbal. Sin embargo, tu legado de escritor espero llegue a tus hijos y conozcan la real dimensión del padre que tuvieron.
Compadre, tienes el privilegio de volver a encontrarte con tu madre que perdiste siendo muy joven y con tu padre que nos dejara hace pocos años. Que Dios te bendiga y te reciba en su Santo Reino.
Francisco, compadre, descansa en paz.
                                                                EDUARDO BUZETA A.
                                                            Viña del Mar, abril 7 de 2014.-