28 septiembre 2021

Fallecimiento de Oscar Henriquez Carvallo

Oscar Henríquez Carvallo, fallece en la ciudad de Concón el 25 de septiembre de 2021 a las 16:30 productos de una cáncer al Páncreas. Fue velado en su casa y la misa se efectuó en la parroquia de Concón el lunes 27 de septiembre a las 11:00. Fue enterrado en el cementerio Parque del Mar.

Asistieron los siguientes compañeros de curso: 
Juan Pablo Brito, Juan Eduardo  De la Cerda, Daniel De la Hoz, Jorge Carreño, Sergio Huidobro, Pedro Campos, Fernando Tapia, Michael Manley, Roberto Leniz, Jaime Vizcarra, Roberto Carvajal, Hernan Figueroa, Pablo Moreno, Alejandro Munro, Luis Kohls, Hernán Joui, Patricio Le Bert, Enrique Correa.


Palabras de despedida

En nombre de la promoción 1974, los amigos del curso y los que estuvieron con nosotros en alguno momento, me cupo el honor de escribir estas palabras a nuestro querido amigo y carreta Oscar Henríquez Carvallo.

Han transcurrido más de 50 años desde que nos conocimos en la Escuela Naval, estaba en Segundo año cuando nuestra promoción ingresaba ese año 1969, era más antiguo que nosotros, pero el destino quiso que se integrara plenamente a nuestra generación egresando en diciembre de 1973 como oficial de la Armada de Chile.

Realizamos nuestro crucero de instrucción en el cual se destacó por su compañerismo, buen humor, alegría, dispuesto a todo y una forma de enfrentar los problemas de una manera sencilla y de una gran lógica.

Su primer transbordo como subteniente fue el viejo transporte Aquiles, en que durante los años 1975 y 1976 y en forma paulatina fue cimentando los conocimientos y experiencias de puente, actividad que lo conduciría a tener una base sólida para cursar su especialidad de navegación.

Juan Eduardo de la Cerda nos recuerda que el año 1977 fueron destinados seis de la promoción 74 a la Escuela Naval para diferentes puestos, Oscar y Juan Eduardo como Oficiales de División de 2° año. Entre ellos trabajaron muy bien y muy sincronizadamente con sus respectivas divisiones. Siempre tenía la sensación de que Oscar, con su modo aparentemente relajado de hacer las cosas, lograba muy buenos resultados. Ese año se casó con Verónica. Fue una gran persona y buen amigo.

En 1978 parte de la promoción nos juntamos para el curso de Ingeniería medio y luego al año siguiente con Oscar estudiamos la especialidad de navegación. Era mi compañero de trabajo y de escritorio.

Siempre recordaré los prolongados estudios que teníamos en nuestras casas allá en Belloto Sur, en que siempre Verónica estaba atenta, apoyándonos logísticamente dónde muchas veces me aprovechaba de las exquisiteces que nos preparaba. Fueron dos años que cimentaron una amistad que duró toda la vida.

En 1980 ya como especialista cumplió destinación al destructor Cochrane y luego en 1981 al recordado crucero O’Higgins.

En el ámbito generacional, iniciamos los continuos eventos de curso, que con el tiempo Juan Pablo Brito los bautizaría Fogones. En cada uno de ellos Oscar nos mostraba con alegría, su espíritu de compañerismo y de unidad hacia nuestra promoción 74.

Como no recordar las salidas a comer que teníamos con los Correa y Figueroa, para celebrar nuestros aniversarios de matrimonio, con ocasión de habernos casamos prácticamente el mismo día en el mes de enero.

En 1982 y por dos años tuvo el privilegio de ser destinado a la lancha Misilera Casma como Piloto y oficial de operaciones, donde supo desempeñarse con gran profesionalismo en medio de alta exigencia. Michael Manley recuerda que durante un ejercicio se le declaró apendicitis, por ende, debía de ser evacuado rápidamente a Punta Arenas. Pero había un fuerte temporal. Acosado por el dolor y la situación, nuestro querido Oscar lanzó una de esas frases que no se pueden olvidar: ¡Ya pues!, hagan lo que quieran conmigo, láncenme al pontón, PERO QUE SEA RÄPIDO…….Con esa arenga, felizmente el desembarco por la pasarela fue exitoso y su posterior recuperación también. Demostró su entereza para enfrentar el problema y su característico humor. Siempre se recordaba de su Lancha.

En el año 1985 tuvo el honor de ser el piloto del BE Esmeralda donde pudo aplicar toda su capacidad profesional y cualidades personales para ayudar a formar a los guardiamarinas de dicha promoción.

En 1987, tuvimos otro encuentro generacional, este fue el Curso General de Estado Mayor en el cual participamos, junto con todos nuestros compañeros curso, en los diversos trabajos, ejercicios, estudios y planificaciones, aportando ideas con energía y con mucho entusiasmo. Como no recordar cuando me encontraba empantanado en un Juego de Guerra, le pido ayuda y con la simpleza que se caracterizaba me daba la solución correcta.

En 1991 fue el segundo comandante del recordado Piloto Pardo y por esas cosas del destino tuvo la oportunidad de ser su comandante interino, oportunidad que supo cumplir la misión encomendada, de excelente forma.

Se desempeñó también en la secretaria general de la Comandancia en Jefe de la Armada, Subdirector de nuestra querida Escuela de Operaciones, Sub Jefe y posterior Jefe de la Estación Naval de Puerto Montt.

Su última destinación fue Jefe del Departamento de Bienestar Social Valparaíso, labor que desarrolló en plenitud durante cuatro años, pensando siempre en el bienestar del personal de la Primera Zona Naval.

En diciembre del 2001 hace ya 20 años, un grupo importante de compañeros de curso nos fuimos a retiro, entre ellos Oscar, lo que le significó un cambio importante en su derrotero. Orientó su vida laboral al ámbito marítimo. Estuvo en reparticiones institucionales como fue el puesto de Fiscal Marítimo en DIRECTEMAR, luego al centro de instrucción y capacitación marítima CIMAR y en el SHOA como Jefe de la División de Informaciones a la Navegación.

En todas estas destinaciones como empleado a contrata, siempre estuvimos en contacto para intercambiar opiniones técnicas del ámbito de la Especialidad de Navegación. Oscar tenía la capacidad de investigar los problemas hasta encontrar la solución, consultando toda la literatura existente, esforzándose para lograr un óptimo resultado. Para el SHOA fue un excelente aporte lo que permitió actualizar y modernizar muchas publicaciones que hasta el día de hoy están vigentes.

Hace un par de años atrás lo invité a ser parte del Instituto Profesional Escuela Marina Mercante Piloto Pardo como profesor de navegación, con el objeto de contribuir a la formación de los futuros oficiales de la Marina Mercante Nacional. Ser docente es tarea difícil y demandante. Oscar inmediatamente aceptó el desafío, en un principio pidió ayuda, pero paulatinamente se fue integrando, alcanzando un nivel de excelencia en que los propios alumnos lo destacaban como uno de los mejores profesores, especialmente en las relaciones humanas en que no solo enseñaba el arte de navegar, sino entregaba valores y principios para ser persona de bien. Su método era simple, iba a lo importante. Así será recordado.

Tenía una muletilla, que se me ha pegado en el tiempo, cuando conversábamos, criticábamos y analizábamos una situación de cierta gravedad o complicada que nada tenía que ver con nosotros, me decía “No es problema nuestro”, es decir, evitaba la crítica a otras personas, y me decía que “nada teníamos que opinar porque de verdad, no era nuestro problema”.

En una oportunidad vi a Verónica en el estacionamiento del instituto esperando a Oscar. Me acerqué a conversar con ella y me decía “Oscar le apasiona la labor docente y que estaba muy contento con lo que hacía. Era su mundo”.

Cuando se le detectó lo enfermedad quiso seguir enseñando, así estuvo un mes hasta que le dije que tenía que preocuparse de lo que vendría, lo aceptó a regañadientes.

Sus alumnos siempre preguntaban por su profesor, demostrando así el cariño que le tenían.

Oscar fue una persona muy buena, católica, íntegro, de gran cariño por sus hijos y nietos y en especial por Verónica. Siempre los veíamos juntos haciendo largas caminatas o en actividades en la parroquia.

Verónica y sus hijos lo cuidaron día y noche con gran amor y devoción, se fue muy tranquilo y en paz, se fue con la cruz que Dios le dio, de la cual salió airoso zarpando a la otra vida con la alegría de haber cumplido su misión con su familia, con la Armada de Chile, con nuestro Instituto y con esta parroquia de Concón.

Querido Oscar, gracias por habernos dado la oportunidad de ser tu amigo y carreta, esperando por cierto que ya debes estar reunido junto a los ocho camaradas del 74 que te antecedieron, y estoy seguro que desde el cielo te están esperando con un fogón sin pandemia y con un buen brindis por cada uno de nosotros.

Siempre estarás presente entre nosotros y en nuestros corazones. 

Hasta pronto querido amigo.

  Bravo Zulu,

 Oscar Henríquez Carvallo, descansa en paz.

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         Verónica, querida amiga, tienes que saber que tu estas integrada a esta gran familia de Ia promoción 74 a la que pertenecemos, siempre estaremos contigo para ayudar en esta nueva etapa que comienza para ti.

Son muchos los mensajes de cariño hacia Oscar que por redes sociales se han difundido, desde Estados Unidos a la Patagonia y que me gustaría haberlos leído en esta despedida, pero era imposible hacerlo, demostrando el cariño que le tenemos a nuestro amigo de toda la vida

 Muchas gracias

 Roberto Léniz Drápela








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Condolencias del curso

Alfredo Nodleman: Estoy muy triste y emocionado. Tuve la oportunidad de hablar con Óscar varias veces durante este triste proceso. Por todas sus actitudes y su siempre correcto comportamiento, siempre le tuve mucho respeto y un gran cariño. Se nos ha ido un gran hombre y un muy buen amigo.

Hace unos minutos le escribí a Verónica, quien me dió la oportunidad de participar con ella en los difíciles momentos que ha vivido. Entiendo que hablarás en nombre del curso y no tengo dudas que, a pesar de lo difícil de la tarea, podrás interpretar nuestros sentimientos.

Oraré por el descanso de nuestro querido compañero de curso que se une a los que le antecedieron, en una de las logias en la que Dios los debe tener reunidos, en algún lugar del cielo infinito y donde algún día nos volveremos a encontrar.

Leonardo Santelices: En el único Fogón presencial del cual he participado nos tocó en la misma mesa y tuve la oportunidad de conversar con él, es un gran recuerdo que me queda.

Jesus Ruiz: Que triste noticia, que Dios lo reciba en su Reino, mis condolencias a la familia.

Mario Vera Porzio: Mis mejores pensamientos para Oscar y su familia y amigos. Un fuerte abrazo para ti.

José Antonio Amado: Solicito des mis condolencias la Verónica y Familia.

Angel Canessa Terrazas: Una muy triste noticia. Mis más sentidas condolencias a Verónica e Hijos y que Dios le dé el descanso eterno.

Fernando Javier Traub: Lamento la partida de Oscar, mis condolencias a su familia.

Juan Pablo Brito Infante: Me acaban de confirmar que Oscariño, el gran Oscar Henríquez Carvallo se nos ha ido y ha zarpado y como excelente navegante que siempre lo fue para navegar a rumbo seguro, al encuentro con Dios.

Jorge Carreño: Mi más sentido pésame a Verónica y a sus hijos. Que Dios lo reciba en el cielo.

Juan Carlos Salas: Que gran pena lo de Óscar.

Jara Cartes Federico: Oscariño Q.E.P.D. que el Altísimo te reciba en sus brazos.

Hernán Ruiz C.: Lamentable noticia, pero debemos consolarnos sabiendo que Oscar dejó de sufrir tan penosa enfermedad. Que descanse en paz y que el Señor lo reciba y le dé la vida eterna. Adiós Pájaro.

Guillermo Bañados Serani: Que pena su partida pero va a la Casa del Señor.

A su llegada lo reciban los Angeles y llegue el consuelo a su familia

Mucha pena por la partida de Oscar. Que Dios de mucha fuerza y resignación a su familia para sobrellevar esta gran pérdida.

Pérez Andrés: Lamentable pérdida, QEPD

Fernando Trau: Mis condolencias por la triste noticia del fallecimiento de Oscar. Saludos a su familia. Que lamentable noticia mis más sinceros sentidos de pésame a la señora y toda la familia de Óscar. Dios lo tenga en su reino gozando ya de la vida eterna y en ese paraíso que nos tienen prometido. Mis oraciones por Oscar

Khols Luis: Lamentable pérdida, una excelente persona, a Oscar lo conocí en 1961 cuando fuimos compañeros de curso en el colegio, me conforma el hecho de que ha dejado de sufrir y descansa en Paz.

Riveros Enrique: Descanse en paz y un viaje al paraíso a reunirse con el altísimo para Oscar Henríquez, Condolencias para la familia

Rodrigo García: Que Oscar descanse en paz y consuelo para la familia. No fuimos amigos, pero siempre me saludaba con respeto y deferencia. Una lástima. Mis oraciones para él.

Juan De la Cerda: Viento a un largo Oscarito, los mares celestiales serán muy benignos contigo y tendrás la tarea de cuidarnos a los que navegamos en la mar gruesa permanente de este mundo.

Max Schaeffer: Fuerza y resignación para la familia, Oscar tiene la misión de organizar fogones con Campano, chinito Amaro y los demás que nos esperan en la eternidad ...

Brun Maldonado Jorge: Que gran pena lo de Oscarito (QEPD). Dios lo recibirá en su Santo Reino

Manuel Concha: Mis condolencias para señora de Oscar y su familia. Que descanse en paz.  Buen navegar Oscariño

Montt Pepe: Mis condolencias a la familia, gran persona, siempre de buen humor y mejor disposición en todo. Un abrazo grande a donde te encuentres.

Tomas Wilson: Que gran tristeza. Seguro nos acompañara desde la eternidad .  Mando un abrazo fraterno a su familia

Que pena lo de Oscar (QEPD), pero por lo que se decía, él ya descansa junto a quienes nos precedieron. 

Que la familia tenga consuelo cristiano y que Oscar tenga nuestro reconocimiento eterno. Viento a un largo en esta singladura celestial para Oscar.

Gamboa Alberto: Liberaste tu aliento, dejando a tu alma buscar la luz del cielo Hasta siempre Oscar …Hasta la eternidad .

Percy O’Reilly: Con mis ojos de Mote veo el recuerdo del cadete Henríquez, caminando sigilosamente y alegre por los corredores del patio del buque y lo seguiré viendo así.  Un afectuoso saludo a su señora y familia.

Alfonso Parodi: Mis sinceras condolencias para la señora de Oscar y su familia. Que descanses en paz. Que Dios te acompañe querido carretón.

 Juan De la Cerda: En la etapa de los recuerdos, el año 1977 cuando 6 T2 74 fuimos transbordados a la Escuela Naval, con Oscar fuimos Oficiales de División de 2o año. Yo era Of de la 3a División y Oscar de la 4a. Ese año Oscar y la Vero se casaron. Con Oscar trabajamos muy bien y muy sincronizadamente con nuestras respectivas divisiones. Siempre tenía la sensación que Oscar con su modo aparentemente relajado de hacer las cosas lograba muy buenos resultados. Gran persona y buen amigo

Jaime Vizcarra: Mis sinceras condolencias a la familia de Óscar Henríquez, tenía muy buen feeling con él, tal vez por la nariz. La enfermedad que desarrolló y que le minó su salud hasta lo de ahora, es algo que está latente, así que a cuidarse. Lamento profundamente su partida, se nos fue un buen amigo, buen padre y esposo (uno de sus hijos es amigo del menor de los mios). Solo me queda desearle una buena travesía y que su espíritu alcance el Nirvana, como dicen los budistas. Rezaré por el descanso de su Alma.

Amado Jose Antonio: Mis profundas condolencias por la partida de Óscar ..que Dios y la Santisima Virgen ..lo reciban ..mis respetos a VERONICA y familia ..

Konig Alejandro: Que lamentable noticia excelente compañero de curso y amigo. Favor darle mi más sentido pésame a su familia

Victor Termicier: Con gran pena me he enterado del sensible fallecimiento de nuestro querido compañero de curso Oscar Henríquez (QEPD). Envío a Verónica y familia un fraternal y afectuoso saludo a la distancia, en estos difíciles momentos.

Buzeta Jorge: Que gran pena esta lamentable noticia. Que Dios lo tenga en su reino y a su familia le de la resignación por su partida. Mis profundas condolencias a su señora y familia.

Guillermo Bañados Serani: Bendiciones carretas para Uds y sus familias. Nuestro amigo  Oscar Henríquez goza ya de la Paz de Nuestro Señor

 Rómulo Mandiola Moreno: Siempre estas circunstancias además de dolorosas, son un driver que remueve los recuerdos, afectos y aventuras de una vida. Afectuosos saludos a su familia y Oscarin nos acompañará siempre al igual que otros  carretas que se fueron antes Dios de fuerza a su familia

Felipe Robles: Un cariñoso saludo a Verónica y familia y mis sinceras condolencias por la partida de Oscar, y que junto al Señor puedan encontrar el consuelo. Un abrazo también a todos por tan lamentablemente perdida.

Buzeta Eduardo: Carretas, tratemos de mantener el luto hasta la despedida final de Óscar mañana lunes ¡¡¡Muchas gracias!!!

Claro Andrés: Mi más sentido pésame por tan lamentable noticia. Que Dios lo tenga en su reino.

Pizzagalli Sergio: Mis condolencias a la familia de Óscar. Que el Señor lo reciba en su Reino.

Max Dagoret: Una pena el fallecimiento de Oscar, tengo muy buenos y bonitos recuerdos de el en el 1°Cepo. Me hago participe del caudal de condolencias por el fallecimiento de nuestro carreta.

Max Yanquez: Oscar. Somos como un gran bote en el cual cada remero cuenta. Su memoria, sin embargo, como los grandes hombres, nos permite seguir remando con energía inspirada en su memoria.  Mi mas sentido pésame a su esposa y familia.

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Aporte en dinero a Verónica

Listado de quienes cooperaron con toda su alma y cariño para apoyar a la familia.

Fueron un total 99 Oficiales y ex cadetes de la Promoción.

Amado José Antonio, Arentsen John, Arriagada Gonzalo, Avila Willy, Bañados Guillermo, Bañados Jaime, Becerra Orlando. Brigando Ricardo, Bongardt Eric, Bórquez Christian. Bravo Enrique, Brito Juan Pablo, Brun Jorge, Buzeta Eduardo, Buzeta Jorge, Camacho Cristián, Campos Pedro, Canessa Angel, Cárdenas Pedro, Carreño Jorge, Carvajal Roberto, Claro Andrés, Clementi Emilio, Concha Manuel, Correa Enrique, Dagorret Max, De la Cerda Juan Eduardo, De la Hoz Daniel, Eluchans Ramón, Erazo Luis, Jara Federico, Figueroa Hernán, Fuentes Hernán, Fuenzalida Arturo, Gamboa Alberto, García Rodrigo, Garretón Arturo, Gómez Sergio, Gonzalez Eduardo, Guevara Julio, Hevia Ernesto, Huidobro Sergio, Ide Enrique, Israel Max, Jahn Alejandro, Johannesen Armando, Joui Hernán, Kohls Luis, König Alejandro, Kreisel Germán, Labatut Pablo,  Lattes Héctor, Le-Bert Patricio, Léniz Roberto, López Francisco, Mandiola Rómulo, Manley Michael, Mansfeld Tibor, Martin Ricardo, Mellado Renato, Millar Oscar, Montt José Manuel, Morales Sergio, Munro Enrique, Neumann Guillermo, Nodleman Alfredo, Olave Hugo, Olivé Rodrigo, O'Reilly Percy, Ossa José Luis, Paredes Jorge Andrés, Parodi Alfonso, Pearce Heinz, Perez Andrés, Píderit Carlos, Pizzagalli Sergio. Raab Jaime, Raby Jorge, Riquelme Tristán, Riveros Enrique, Robles Felipe, Román Sergio, Salas Juan Carlos, Salazar Jorge, Schaeffer Max, Silva Miguel, Spencer Eduardo, Spiegel Francisco, Suarez Alejandro, Tapia Fernando, Tobar Justo, Traub Fernando, Varela Joaquín, Vera Emilio, Vergara Iván, Viviana Larrondo de Campano, Vizcarra Jaime, Warnken Cristián, Wilson Tomás.

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Fotos del Recuerdo

























21 septiembre 2021

Un momento de la vida del cadete

 Miércoles, 20:00 horas.

Un insoportable y nauseabundo olor a azufre escapa por las rendijas de una puerta añosa, de alumino, que a duras penas resiste la privacidad de un cubículo mal llamado logia, al interior del cual 3 niños disfrazados de marinos, hacen como que estudian pero en realidad se desafían a un singular campeonato de pedos.

El resto del estudio, inundado por el hedor de la transpiración de unas injustas preparaciones en el recreo, observa cabisbajo un libro de reglamentación naval que, de tratar de memorizarlo, sería un seguro quedarse dormido y archivarse para el fin de semana sin franco.

Al fondo del estudio, y ya olvidado por el brigadier de servicio, Toledo intenta infructuosamente estirar los brazos para completar su flexitiburosapo número 6. No puede más, y su espalda, arqueada por el esfuerzo, está a punto de aflojar, hasta que escucha ese grito estridente del brigadier, que despierta a todos los somnolientos que ahora reflexionan que en realidad, fue una idiotez quedarse a estudio en vez de ir a ver el biógrafo. De la pura impresión de ese grito destemplado, le viene la energía no sabe cómo y hace los últimos 4 flexitiburosapos que había recibido como castigo, por escribir cartas y mirar fotos de familiares en estudio, las mismas que cuando ingresamos nos obligaron a pegar en la tapa de nuestros escritorios - solo para ver si teníamos hermanas buenas mozas a quien invitar -, y que ahora nos prohíben mirar.

Por mientras, el resto de los niños de la escuela, disfruta de una novedosa película en el aula magna, en la que combaten sin piedad un insoportable olor a fricasse, y el humo de unos cigarros trasnochados que, con fruición y entusiasmo, fuman los brigadieres, mientras el cojo Tapia, repasa una escena de erotismo barato con un par de senos al aire, de esos con que los cadetes vibran, se inventan cuentos y recuerdan sus aventuras de fin de semana.

En el cuerpo de guardia mientras tanto, el cadete de turno trata y trata de entender cuál era la verdadera fuerza efectiva de la escuela naval y dónde se guardaban las malditas embarcaciones en el agua que siempre le informaban al oficial de guardia en el relevo, a las que nunca nadie se ha subido……..

Un poco más retirado, pero dentro de este fantasmal espectro, y ya despejada de cadetes, está el pañol de ropas, en donde el cabo Murga cuenta una y otra vez los dos vales que alcanzó a recibir en el recreo de EL cadete que atendió, ante la mirada atónita y frenética de un grupo compulsivo de jóvenes, que pretendía adquirir algún producto para arreglar ese uniforme mal trecho por tanta pichanga de clases sin profesor, para asegurar la salida del fin de semana……. La alternativa? entrar en ese espacio en que reinaban las mujeres, viejas y coquetas, pero con las cuales todos durante el encierro de la semana, soñamos más de una vez y a quienes dedicamos más de algún particular sueño de esos……era la ropería, con ese olor a plancha antigua pero que siempre tenía la calidez de alguna señora para solucionar nuestros problemas. Mujeres que nunca supieron cómo se llamaba cada uno, porque para ellas solo éramos números.

En el entrepuente mientras tanto, ese espacioso, frio y oscuro corredor, lleno de camas con marcos de fierro celestes y colchas azul marino, un cadete asustado por la soledad, se lustra los zapatos en una cama que no es la suya, mientras come galletas apurado, sin saborearlas, pero disfrutándolas solo por el hecho de poder comerlas, rompiendo el estricto régimen que debe observarse siempre. Está apurado, porque llegarán los cadetes a descansar, y el olor a cigarro debe desaparecer del ambiente, al igual que las migas de las galletas que adornan su oscura pero arrulladora tenida de zarga.

La película termina, y las luces mortecinas del comedor, se encienden como por arte de magia junto con el “starring” que siempre llega al término de una película de día Miércoles. Los gritos e instrucciones de los brigadieres de servicio, y la sonajera de sillas y mesas que se arrastran por las frías baldosas que cubren el anfiteatro, inundan el espectáculo, en que todos gritan, pero nadie escucha……………….las instrucciones están claras y solo Gómez y Enríquez, conversan sin permiso………… y sin mirarse para que no los pillen. Vergara ya está haciendo como que ordna, pero en realidad está tratando de comerse, sin que le pida, la última galleta con relleno de frutilla que compró para ver la película………..

En el patio del Artillero, unos canastos de mimbre aguardan el trajín de unas manos hambrientas y cansadas en busca de una colación. Un queque duro, seco y atorador, que junto con un jugo componen la última merienda del día antes de acostarnos en el entrepuente en que ese cadete lustraba sus zapatos y comía galletas.

En el medio del patio, un cadete de primer año explicaba a otro de mayor antigüedad, los detalles de su azaroso día, como justificando que había tenido tanto que hacer que no le había alcanzado el día para cumplir con sus obligaciones militares y presentarse con el cadete Pichuante, quien comía su queque – y tomaba el jugo de su discípulo – mientras éste leía convencido, una lista de cosas que habían imposibilitado su presentación………(este cadete siempre “me seca” y por lo tanto será la última prioridad en presentarme, pensaba mientras leía sus “motivos”)

Al término del esa jornada, la entonación de una marinera canción tipo “Cachuchero”, nos alimentaba el espíritu marinero, y las “buenas noches” del oficial de guardia era lo más cálido que percibían nuestras mentes antes de ir a acostarnos.

La llegada a los jardines no era menos extraña. Con la obligación de lavarnos los dientes al término de la jornada, nos encontramos muchas veces con más de alguno de nuestros camaradas purgando sus últimos castigos por las malas acciones del día, en situaciones tan extrañas como ridículas: sentados “a poto pelado” en su lavatorio lleno de agua, mientras ufanos cantaban “Adios al Séptimo de Línea”. Otros, con singulares tenidas, mitad pijama, mitad superhéroe, colgaban de las negras cañerías que, impertérritas ante estas escenas, corrían por el techo de los baños. El brigadier, con el mismo sueño y cansancio que nosotros, debía exigirles sus últimos esfuerzos para cumplir con la sanción.

Ya en el entrepuentes, y solamente después de haber doblado cuidadosamente nuestra chompa sobre la caja metálica, poner – doblados también-, los pantalones sobre ésta y sobre éstos el “jersey” (nunca fue sweater y aun no entiendo por qué) para dejar espacio a la lanilla y posteriormente los calzoncillos del día siguiente – cuando habían suficientes -, y habiendo alineado los zapatones debajo de la caja, en perfecta línea, con los calcetines blancos encima, nos podíamos acostar.

Era apagarse la luz, una que otra carcajada contenida y escuchar el lamento del corneta de guardia, que con sus acordes nos avisaba que ya terminaba el día. La luz del faro punta ángeles, que cada 4 segundos pasaba sobre el techo del entrepuente, nos mantenía alertas, silentes y somnolientos hasta que caíamos rendidos……… ya vendría un nuevo día