Una Visión a la
historia del curso
No peixe......
Hice volar mi imaginación de cómo habría sido nuestro viaje
con esas tripulantes tan sueltas de cuerpo.
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A lo mejor Cachupin no habría recibido el
sobrenombre de Sony Corleone por su hazaña en la sala de cartas.
- A otro que está en la DGTM no se las habría dado de karateca defendiendo a sus carretas,
- a otro no le habría sacado la cresta un negro que pensó que le estaban levantando su novia,
- a otro que se fue de guantazo por el milico del curso, a otro que ahora gerencia en el barrio alto y que grito ¡viva Chile! en el entrepuente de Gamas cuando pasamos por Portland,
- a otro que le cayó un guaren por colocarle trampas encima de su cama,
- a otro que partía a las 1830 en el aperitivo con el pesado del Romero y después de pasar por todas las cámaras llegaba arrastrándose de madrugada a meterse en el sobre que quedaba en la parte baja de las literas triples,
- al suscrito que el Coño me salvó de un alemán en Papeete pensando que tenía malas intenciones,
- el Mac que todos se reían porque estaba feliz bailando con una mina que no era mina y en fin....
- No pongo más fotos de esas porque me traen recuerdos que deberían estar en un baúl y además que hay viejos cartuchos en este chat que no les gustan las minas porque no se atreven a salir del closet....
- mejor me quedo callado porque el Huguito toma en la ciudad de las Gesta Heroica y me curo yo en la ciudad donde estaba el centro de rehabilitación de tripulantes con escorbuto.
- Un abrazo a todos los 74 y sus diferentes versiones recachantes, mariscales,
- aquellos que se pasaron al ejército
- del que quiso ser cura,
- del que no quiso seguir porque no le gustó el chute
- o aguantabamos que el enano se las diera de compositor.
- Que será del Marciano Vera que arrancabamos cuando ingresaba al tunel .
- Bueno la mayoría arrancaba había uno que se quedaba a esperarlo. No sigo Zamudio.
- o del que se daba 3 vueltas alrededor de la litera antes de acostarse y ahora le gustan las flores (No se enoje amigo)
- o del pascuense que era compañero de brigadier de patio que arrancó para un terremoto y nunca más volvió.
- Cuenta la leyenda que terminó en los países bajos de semental de una dinamarquesa
Renato Mellado
